(Dedicado a los pocos que recibieron el mensaje del Lobizón)
La Luna no es para cualquiera. A muchos les ofrecí que la vean: “observá que hermosa es la Luna”, pero solo la miran un segundo y vuelven a bajar a la tierra. En ese segundo solo pueden distinguir una mancha blanca en un inmenso mantel negro.
La Luna es mas que eso. Tiene rostro y expresiones, pero solo se muestra a quienes realmente quieren conocerla. Solo al cabo de unos segundos es la “hermosa luna”, no antes.
La Luna se mostró toda anoche. Su mirada, su sonrisa, su gordura, su belleza, su luz.
La Luna fue la protagonista anoche. El oscuro telón que lo cubre todo fue el escenario. Cada estrella se redujo a espectador, esparcidas caprichosamente, todas la miraban a ella.
La Luna bajó anoche, mientras la miraba. Se acostó muy muy cerca de mí. Se estiró hasta mi oido.
- ¿Eres tu el único que me quiere?- Susurró.
La Luna está lejos. La Luna es blanca y gris, no tiene colores. La Luna está triste.
Solo limítense a firmar aquí quienes deseen regalarle algunas palabras a ella.
5 pegó
pensé cosas raras cuando leí esto
primero que era una propaganda de algo
y después
pensé que yo tenía que escribir acá algo para la luna
ah, era eso ?
^_^
me da verguenza !
un beso muchachos.
pegó eufemisma, a las 13:47
ayer habia luna llena
y daba para sacar alta foto
pero bueno, tendremos que esperar un mes para sacarla :)
un abrazo Martín
pegó Anónimo, a las 16:21
La Luna es y debe ser para todos. Una desconexión de nuestra realidad que, paradójicamente, no hace más que conectarnos un poco con la vida real, con aquella vida que se aleja cada vez más de nuestra especie para sumirnos nosotros en una escalofriante abstracción material.
La lejanía de la Luna con respecto a vos se acortará cuanto más te detengas a mirarla.
Y todo esto no deja de ser un mero relato tomando simbólicamente a la Luna como ejemplo de la cantidad de hermosos momentos y paisajes que nos ofrece la vida, que nos perdemos por temor a perder (valga la redundancia) cosas tan finitas como el tiempo y la plata.
pegó Anónimo, a las 15:40
Ador la luna llena, menguante, creciente, como sea. Siempre que esté ahí...viéndome mirarla, queriéndo devorarla, guiandome en las estrechas callejuelas de la existencia. Más la quiero cuando él, con sus manos me recorre y me interroga, para decirme ¿Viste que hermosa está la luna? y todo va bien.
pegó Gata devoralunas, a las 17:30
Aunque la opinión de pablo sea demasiado racional y poco sentimental, creo que la luna se va a poner contenta cuando le cuente que hay mucha mas gente linda que la quiere.
Un abrazo a todos.
Martín Alejandro.
pegó Anónimo, a las 18:01
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